Como estamos en campaña,
daremos en serio caña:
ESTRATEGIA
Me envuelvo en la bandera y
te birlo la cartera.
Ya veis, pobres pardillos:
con tretas de chiquillos
os doy sopas con honda.
No hace falta que esconda
mi completa ignorancia o
total inoperancia
en cosas de gobierno.
Conozco un truco eterno:
a la patria menciono,
la declaro ofendida,
vejada, preterida,
tratada con encono,
y os olvidáis del paro,
de todo lo que robo,
de esos "asuntos raros"
que estallan como globos,
y me seguís, corderos,
dóciles ovejitas,
a quien la lana os quita,
al despellejadero.
¡Pueblo, no cambies nunca,
o el chollo se me trunca!
24 de abril de 2014
- El segundo arranca de una frase que pronunció José Luis Álvarez la semana pasada: "Lo importante del amor es la mujer"
- ¡Salvo los maricas, claro! - apostilla José Luis desde la primera fila.
- A eso iba. Esa frase podemos decirla los hombres, como José Luis y como yo, que amamos a mujeres. ¿Pero que pasa con las mujeres, que suelen amar a hombres? ¿O con los hombres que aman a hombres? ¿O con las mujeres que aman a mujeres, que también hay? Por eso se me ocurrió lo siguiente:
IMPORTANTE
¿Qué es lo importante del amor?
¿Qué le quedaría tras despojarlo
de todo lo que no necesita
para seguir siendo amor?
¿La atracción? ¿El sexo? ¿El deseo?
¿La zozobra? ¿Las noches sin dormir? ¿La exaltación?
¿La sensación de estar flotando?
Así como en un coche
es más importante el motor que las ventanillas
(porque puedes quitarle las ventanillas
y seguirá siendo un coche)
el amor es, en este sentido,
como una canica:
del cristal no puedes separar la redondez
ni la dureza:
constituye un todo indisociable.
Análogamente, un golpe violento
y malintencionado
puede hacerlo pedazos.
¡Y cómo nos hieren las esquirlas!
9 de mayo de 2014
Y este es la segunda derivada de la misma frase: hombres, como José Luis y como yo, que amamos a mujeres... que no nos aman.
CONDENAS
Tanto si eres hombre
como si eres mujer,
tienes el mismo problema:
la persona a la que quieres
no te quiere a ti,
o no como te gustaría,
o no durante el tiempo deseado.
Pero si eres hombre,
puedes hacerte el machote
y fingir tan bien que no te importa
que casi llegas a creértelo.
Mientras que si eres mujer,
corres el peligro de pillarte una depresión,
no de caballo, sino de yegua;
arruinarte el maquillaje a lagrimones
o de saltarte la dieta en mil pedazos...
...de pastel.
Creo que voy a dejar
lo del cambio de sexo
para el siglo próximo.
Está lo bastante lejano.
6 de mayo de 2014
Los poemas que más me gustaron de esta sesión fueron los de Miguel, el primero de Javier Cerdà y Hablemos, de Miriam Martins.
Envolverse en la bandera y levantar la voz es muy fácil y garantiza el aplauso de la hinchada. Pero los problemas no se resuelven a gritos sino con soluciones.
ResponderEliminarBotella y su partido tienen mucho que agradecer a España y a los españoles. Son prestidigitadores. Con una mano nos agitan la banderita para atraer la atención y hacerse pasar por honrados patriotas, y con la otra nos birlan la cartera.
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