Gracias, María,
por tu poesía
maravillosa,
escandalosa
mente bravía.
Este no cuenta. El primero intenta rebatir al poeta invitado de hace dos semanas, Gelu Vlasin, y otros que están en la misma onda. Antes, una cita de Jorge Bucay: «El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.»
UTILIDAD
Voy a decepcionaros:
el sufrimiento es casi siempre inútil.
Salvo que seáis católicos creyentes
y venga de una dolorosa enfermedad,
o de la muerte de un familiar.
Entonces podéis ofrecerlo a Dios
y pagar algunos de los plazos
de vuestra salvación.
Si el sufrimiento es por desamor,
por injusticia,
por dificultades laborales,
por estrecheces económicas,
por no ser famoso,
por falta de inspiración,
o incluso por llegar tarde,
es en vano.
Entendedme bien:
puede haber razones objetivas
para, ante una situación indeseada,
experimentar sufrimiento.
Pero esa angustia que nos oprima,
esa tenaza en nuestro pecho,
esa tristeza profunda,
esas noches de sueño alterado,
ese desasosiego constante,
no mejorarán la situación un ápice.
Cuando algo nos importa,
no podemos evitar que nos importe,
pero a veces sí que es posible impedir
que nos afecte demasiado,
a la vez que hacemos
todo lo que está en nuestra mano
para reconducirlo.
16 de agosto de 2014
La poeta invitada de la semana pasada, Violeta, se metió con la gente que cree saberlo todo, «como Albert Rivera». Tengo un poema sobre este personaje.
EXHORTO II
Apreciadísimo Albert,
es de agua tu apellido.
Por eso te quiero ver
al frente de tu partido
siendo la gota malaya
que consiguiéndonos vaya
leyes anticorrupción,
jueces de investigación
eficaces e implacables,
unos fiscales fiables,
organos de dirección
por méritos elegidos,
no por cuotas de partidos
que colocan su peón.
Y limpieza y más limpieza
hasta que la podredumbre,
que se ha hecho odiosa costumbre,
no asome más la cabeza.
24 de abril de 2017
Y por último. ¿Sabéis que en los últimos cuatro años el alquiler en Madrid ha subido un 36 % de media? De esto hablaba la semana pasada Carlota E. Ramírez en este tuit: «40% de paro juvenil. 825 euros de sueldo mínimo. Y si quieres alquilar un piso en Madrid que no se te caiga encima tienes que compartir o dejarte de media 700 euros (la mitad de un sueldo decente). Luego la culpa es de los ninis y de una generación de vagos ¿no?» Pues bien, una canción de Álvaro Sinde ¡terminada en 2005! sobre este tema. Si alguien la quiere escuchar bien cantada y bien mezclada, en mi blog tiene el enlace. Antes aprovecho para exigir que cualquier persona que haya residido un número de años en una provincia y no posea ninguna vivienda en propiedad tenga derecho real a que se le proporcione un piso público en esa provincia por un alquiler de un tercio de sus ingresos. Porque ante una situación insoportable no basta con protestar; hay que exigir alternativas viables, claras y detalladas, para lo cual hay que ponerse de acuerdo en esas alternativas. Y ahí os duele, hermosos.
De esta sesión los que más me gustaron fueron:
- de la poeta invitada, María Pámpanas, Coordenadas y Una leve taquicardia;
- el de Boadicea sobre la rutina;
- de Víctor Moratalla, Ensalada ilustrada;
- el de Nacho de preguntas sobre el amor.
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