CONSEJO:

Si por tu configuración de pantalla la letra te resulta pequeña, recuerda que puedes aumentarla fácilmente manteniendo pulsada la tecla Control y moviendo hacia delante la rueda del ratón.

lunes, 1 de noviembre de 2021

Incapacidad / Discrepancias / Hemos ganado

Buenas tardes y muchas gracias por venir. Dejo para el sorteo uno de mis poemas secretos. Impreso, pero firmado de mi puño y letra. Y para corporeizar el primer poema, una aguja, broche o fíbula de metal dorado con pedrería en su extremo.

        INCAPACIDAD

Vais por ahí
con vuestros flamantes dispositivos móviles
creyendo que podréis apresar
cualquier fragmento de vida
con el que os tropecéis:
cualquier sonido, cualquier imagen,
cualquier movimiento.

Pero algo tan simple
como una alargada luminaria led
en una escalera mecánica
satura la cámara,
que solo recoge
una informe masa blanquecina.

Para capturar las hordas de níveas agujas
que bajo los ojos se convierten lentamente
en arcos de triunfo,
en un felpudo de parábolas entrelazadas,
en un dosel de refulgentes monedas de céntimo
al rojo blanco,
y nuevamente en parábolas,
y así hasta el infinito,
necesitáis recurrir a algo tan arcaico
como la palabra.

  10 de diciembre de 2016

El segundo poema en realidad prepara el terreno al tercero, ilustrando las trampas de la memoria. Trata de algo de lo que hace año y medio, cuando lo escribí, hablaba todo el mundo, y de lo que ahora nadie se acuerda.

  DISCREPANCIAS

El comprensible estupor
ante las cifras dispares
y los juegos malabares
con el más puro dolor
salta todas las barreras
de buenas entendederas,
impregna el aire de olor
a manipulación burda,
mixtificación absurda,
y deja paso al furor.

  3 de junio de 2020

Y por último, la semana pasada se estuvieron celebrando los diez años de la derrota definitiva de ETA. Poco después de que anunciara el abandono de las armas escribí este poema.

                 HEMOS GANADO

Hemos llegado al alba tras una larga noche,
una noche de sangre y desgarrados gritos.
Un goteo continuo de cuerpos destrozados.
Al principio era un chorro, tan violento e intenso
que nos vimos de nuevo abocados al pozo.
Pero aguantamos golpe tras mazazo tras golpe
hasta que dos relámpagos segaron otro árbol
y ya nada detuvo la furia de la gente,
que sumergió las plazas con las manos al cielo.
Desde ese mismo instante se ganó la contienda,
pero aún quedaban muchas batallas sin sentido,
solo cubrir de víctimas estúpidos altares.

Gradualmente mermaron las fuerzas de la bestia
y crecieron las nuestras hasta dejarla exhausta,
hasta parar la garra antes que dé el zarpazo.
Y siempre sin caer en la indigna vileza.

Hoy, tras ríos de sangre, anuncia que abandona.
No sentimos contento: es del todo imposible.
Pero algo muy adentro potente nos embarga:
un grito silencioso de anhelada victoria;
pensar que, desde ahora, quedará abierto el cielo;
nadie vendrá a matarte de un tiro por la espalda.
Y ese íntimo sentir de ruda fortaleza,
batida por los vientos, tormentas y huracanes,
que a todos ha vencido y se levanta incólume.

    16 de junio de 2012

 De este micro abierto me gustó especialmente Ven conmigo al baile, de Ángel de Andrés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario