CONSEJO:

Si por tu configuración de pantalla la letra te resulta pequeña, recuerda que puedes aumentarla fácilmente manteniendo pulsada la tecla Control y moviendo hacia delante la rueda del ratón.

jueves, 8 de septiembre de 2016

Contraste II

Buenas noches y muchas gracias por venir. Este es un relato rigurosamente cierto de hechos que me sucedieron hace algunas semanas. Tiene un comienzo muy gracioso.

    CONTRASTE II
 
A los casi cincuenta
me asombro al darme cuenta
de que nunca he intentado,
ni siquiera pensado,
colocarme en el brete
de usar un patinete.

Por quitarme el prurito
probándolo un ratito,
uno intento alquilar,
para rápido hallar
que es misión imposible.
Encuentro disponibles
tándems y bicicletas,
coches y furgonetas,
aviones y cohetes,
pero no patinetes.

Decido en consecuencia
buscar la complacencia
del capricho malsano
en la segunda mano.

Mas tampoco hay manera:
cien tiendas recorriera
que no lo encontraría.
"Si no es esta la vía,
me lo compraré nuevo,
aunque me cueste un huevo. "

Eso sí me funciona,
y no resulta caro.
Su vista me emociona.
¿Por qué seré tan raro?
La jornada siguiente,
entusiasta lo estreno,
manejando prudente
su muy curioso freno.

El primer recorrido,
ni una vez me he caído.
Resulta muy seguro,
aunque bastante duro.
Desde  Príncipe Pío
al Puente de Toledo,
sin asomo de miedo,
con gracia y mucho brío.

Me encuentro retornando
de este feliz ensayo,
en pleno vagón, cuando
golpea como un rayo
la desgracia imparable,
cruel y miserable:
una muerte me cuentan.
De la impresión me sientan:
un familiar cercano,
enfermo y muy anciano.

Y cuando yo, contrito,
a otros la transmito
la segunda me llega,
en esa misma tarde
de un sábado cobarde:
esta vez de un colega
después que yo nacido,
con hijas bendecido,
traidora y fulminante,
de sus niñas delante.

Conclusión evidente:
si de algo tienes ganas,
hazlo rápidamente,
lánzate a la aventura,
pues nadie te asegura
que estés vivo mañana.

   17 de agosto de 2016



Se lo dedico a Soledad y Ricardo. Por respeto hacia ellos, hoy no leeré ninguno más. 

De esta sesión me gustaron los de Miguel Martínez, especialmente Tú, tu madre y las cebollas; y No me reconozco, de Pablo Cortina. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario