LESIÓN
Me duele la rodilla;
la tengo hecha papilla.
Sin duda me he pasado
con el baile agitado.
Y todo para nada,
porque apenas parada
la música estridente
que hace temblar los dientes,
nos hemos despedido
sin un solo cumplido,
sin haber acordado
un futuro ejercicio
algo más descansado,
que deje en condiciones
las articulaciones
y nos siente de vicio.
7 de noviembre de 2015
El segundo también es de amor.
VETA
Solo quiero arrancarte poemas
de esos ojos de mar desafiante,
de ese pelo de espuma dorada,
de esa voz imantada y melosa.
Solo quiero contemplar absorto
cómo juega la luz en tu piel,
cómo aguarda la noche que vuelvas
a soltar tus pájaros rientes.
Solo espero que las horas bailen,
devorando frenético círculo,
y, al final de esa rueda infinita,
continúes mirándome a solas.
6 de noviembre de 2015
Y el tercero yo creo que se entiende y todo.
MATERIAL
Sí, es cierto que el tiempo todo lo destruye,
todo lo arruina,
todo lo arrasa.
Derrumba los más espléndidos edificios,
derriba los más altos árboles,
colmata los más caudalosos ríos
y los más bellos lagos.
Nos arranca a nuestros seres queridos
y, finalmente, nos lleva.
Incluso los más hermosos poemas,
que parecerían inmunes,
también perecen,
porque la lengua en que fueron escritos
deja de hablarse,
o cambian tanto las circunstancias
de sus hablantes
que ya nadie los entiende.
Pero sin el tiempo, nada de lo anterior
llega a existir.
Veinte años llevó construir la Gran Pirámide.
Cien años, la Catedral de Sevilla.
Seiscientos, la Muralla China.
Tres mil, nuestra civilización.
Millones de años lleva la India
empujando a Asia
para elevar las cumbres del Himalaya,
que apresen en sus glaciares
las nubes de los torrenciales monzones,
liberen su agua lentamente
y se haya podido levantar el Taj Mahal.
Toda belleza es hija del tiempo.
Hasta el más arrebatador crepúsculo
dura algún minuto;
el Sol ha necesitado todo el día
para recorrer su camino en el cielo
y llegar a su ocaso;
las nubes solo han alcanzado
su configuración perfecta
tras peinarlas el viento varias horas.
Incluso el amor más fulminante,
que une dos almas de un chispazo,
requiere nueve meses de gestación
para cada uno de los enamorados
y una vida entera de búsqueda.
Así que no lo detestéis:
solo toma lo que previamente ha dado.
9 de noviembre de 2015
De esta sesión me gustó especialmente el segundo poema de Paula Bozalongo.
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