DEMANDANTES
Piden pelotas a coro
que le concedan aforo.
Uno no puede evitar
ponerse a desconfiar.
¿Qué temen estos señores?
¿Cuáles serán los delitos
que les provocan sudores
y tan histéricos gritos?
Por lo visto, tan extraños
que una niña de ocho años
los comete en sus pasitos.
¿Qué saben que no sabemos?
¿Qué les produce terror?
¿Un tribunal superior
iba a ser menos severo?
¡Cómo se les ve el plumero!
Lo que pasa es que el Supremo
de títeres está lleno
y harán lo que se les diga:
llamar jirafa a la hormiga,
honrado al atracador,
mal músico al ruiseñor
o motorista al auriga.
¡Basta de gestos taimados!
Alto hemos de reclamar
que el exclusivo aforado
sea el jefe del Estado,
y pare usted de contar
cuentos chinos inventados
para a la gente engañar.
Aceptamos monarquía
como mal de compañía
un poco más llevadera
que la república fiera.
Pero, lacayos del celo,
háganselas a su tía
las tomaduras de pelo,
o en las calles la apatía
¡se tornará en rebeldía!
24 de junio de 2014
En el medio uno más blandito, que se explica por sí mismo.
PAVIMENTO
Las losas de un camino que piso diariamente,
que a mis pies les parece como una tabla liso,
yacen ante mis ojos ahora desencajadas.
¿Acaso se avecina terrible terremoto
y el suelo, temeroso, sus escamas altera?
Pues no. El sol, simplemente, que asoma cada día
por un punto distinto, según avanza el año,
hoy ha hallado rendija entre dos edificios,
aliado al horizonte despejado de brumas,
para barrer las losas de forma horizontal,
con haces que discurren raudos a ras del suelo
y resaltan, fulgentes, irregularidades.
Así, una luz distinta de la que siempre veo
me ha mostrado las cosas en su esencia real.
¡Ojalá se pudieran aclarar de esta forma
los senderos oscuros que a ciegas recorremos!
1 de julio de 2014
Y para terminar pensaba leer otro, pero esta mañana, amostazado, ha surgido este:
PELEA
¡Señoras y señores!
¡Bien venidos a la pelea del siglo!
A mi izquierda, el honorable juez Castro,
revestido del más encomiable valor cívico,
minucioso combatiente,
levantador de todas las piedras
bajo las que pueda esconderse
algún delincuente de postín.
A mi derecha, el temible fiscal Horrach,
maestro de los golpes bajos
y las descalificaciones rastreras,
protector de los altos imputados,
herramienta de instrucciones desconocidas
surgidas de una reunión secreta
entre el rey, el presidente,
el ministro y el fiscal general.
Abajo, pisoteadas por los púgiles,
machacadas en una pulpa informe
hasta fundirse con el suelo del ring,
la amistad,
la justicia,
la honradez,
la vergüenza,
la integridad,
la decencia
y la esperanza de regeneración.
En torno, los ciudadanos,
perplejos y escandalizados,
preguntándonos cómo es posible
y hasta dónde llegará todavía.
Si les queda alguna
¡preparen más vestiduras para rasgar!
¡Segundos fuera!
[gongggg]
[el poeta, inmediatamente después de la última palabra, golpea un gong]
1 de julio de 2014
El poema que más me gustó de esta sesión fue Triple Homage, de Hilario. Luego me agradaron los de la debutante Ana y Primavera árabe, de ¿Zoer?
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