CREYENTE
De vuelta de todo he descubierto que existe el infierno.
Vidas errantes abocadas a la frustración de lo sucedáneo.
Vidas desperdiciadas en la búsqueda inane de tu piel
en otras pieles.
Vidas perdidas condenadas a perseguir tu mirada en ojos ajenos.
Vidas sin rumbo ni sentido,
en un continuo trasiego
de voces, olores, cuerpos,
que siempre prometen,
pero nunca son los tuyos.
Y añoro los tiempos sin fe,
los tiempos felices,
las risas,
los ligues,
las flores,
los cines,
las noches sin sombras,
las noches perdidas,
sin noches como ésta,
que solo me llevan a ti.
Alicia Antuña 24 de marzo de 2013
El segundo se titula...
DIME
Dime cómo late tu corazón.
Dime si estoy ahí en cada pálpito.
Dime si acelera cuando me acerco
y se ahoga cuando me despido.
Dime si espera entonces anhelante
el momento en que volverás a verme.
Pero, sobre todo,
si se funde en gozo cuando te beso.
Porque al mío le ocurre eso contigo.
25 de marzo de 2013
- Ahora ¡votad!
[los asistentes alzan las manos y el poeta cuenta ocho con dos dedos extendidos y cuatro con uno solo]
- Pero ¿cuál es el tuyo? - pregunta una chica del público.
- El segundo.
- Los hombres son más breves...
Y para terminar, quería contaros algo: todos conocéis la revista [neicha], escrito Nature, donde aparecen los avances más importantes. Pues bien:
En Nature se ha publicado
que reputados científicos
en el cerebro han hallado
del poema el mecanismo:
una diminuta zona
de la corteza frontal
que genera trenes de ondas
de efecto subliminal.
El sujeto así activado
deja atrás la realidad
y pierden significado
conceptos como <<verdad>>.
Todo parece posible:
se hacen rubíes los labios;
lo serio torna risible;
ignoran todo los sabios.
Se comprenden las metáforas;
brotan los versos como agua;
martillean las anáforas,
cual rudos golpes de fragua.
Tan maravillosa zona
se encuentra en cada persona:
en casi todas, dormida;
en unas pocas, activa.
Los científicos no saben
si es una cuestión genética
o si podría ser grave
activarla a quien la quiera.
Seguirán investigando
para aclarar el asunto.
Cuando al fin lo tengan claro
¡lo contaré a todo el mundo!
23 de marzo de 2013
El poema que más me gustó de esta velada fue Mis nacimientos, de Álvaro Deudero. Por desgracia no lo he encontrado en su blog.
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