CONSCIENCIA
Sé que soy un poeta.
Del montón, pero no por desgracia.
Desgracia es ver morir a tu hijo,
padecer un cáncer incurable,
no poder alimentar a tu familia
o perder al amor de tu vida.
Junto a esas auténticas calamidades,
carecer del talento suficiente
para ser estimado o distinguido,
pero sí poseer fuerza y coraje
para seguir viviendo, para seguir luchando,
para seguir intentándolo una y otra vez,
es una simple fruslería.
12 de marzo de 2013
El segundo tiene que ver con un fenómeno que seguramente habréis observado en estos días de lluvia.
SIEMBRA
Cuando llueve, Madrid queda sembrado de cadáveres...
...de paraguas.
Abandonados en alcorques,
en aceras, en setos.
Con las varillas rotas,
la tela desprendida
o el bastón partido.
Tristes testimonios de las fuerzas del tiempo,
del paso de los elementos.
Víctimas sacrificiales del viento.
Pruebas palpables de nuestra impaciencia,
de nuestro incivismo
(¡dejar tirados residuos irreciclables
en vez de llevarlos a los puntos limpios!),
de nuestro descuido
(¡salir a este aguacero
con un paraguas medio roto!),
y de nuestra ingratitud
(¡abandonar así a quien tanto
te ha protegido!).
18 de marzo de 2013
Y el tercero surge de un caro vicio que confesó Quico hace veinte días, y que yo comparto:
OFICIO
Si te gusta comer todos los días
no pretendas vivir de la poesía:
busca un oficio noble y bien pagado;
toma de ejemplo al profesor Machado.
No podrás dedicarte solo al verso,
otras tareas te tendrán disperso.
Y es posible que escribas mucho menos,
pero poemas de sentido llenos,
pues gozarás de ricas experiencias
que, destiladas con feraz paciencia,
se plasmarán en mágicas baladas
que acogerán audiencias extasiadas.
18 de marzo de 2013
Esta velada me gustaron mucho los poemas de Andrea ¿Canella?
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