-Buenas noches y muchas gracias por venir. Sabéis que en lo que va de año se han producido más de cincuenta agresiones homófobas en Madrid. En una de las últimas a dos chicos les dieron de patadas y puñetazos hasta llenarles el cuerpo de contusiones y romperles el tabique nasal. Esto es una vergüenza y tiene que parar.
En apoyo de este colectivo, al que no pertenezco, pero al que estoy agradecido, porque retira del mercado a una cantidad sustancial de varones, y así, para los que quedamos, hay más oportunidades con las mujeres:
REACCIÓN
Un beso en el King Burger
de jóvenes amantes
propició la indignada
riña del vigilante:
"A hacer eso a otra parte;
aquí hay niños delante."
Todo porque los pobres,
los dos apasionados,
eran justo dos hombres,
que, al verse rechazados,
muy firmes se dijeron,
"Esto así no se queda.",
y derechos se fueron
a la comisaría
para que al vigilante,
réprobo intolerante,
le dieran cuanto antes
lo que se merecía.
No contentos con eso
montaron un exceso:
¡la olimpiada del beso!
La semana siguiente
atestaron de gente
el local del suceso:
docenas de parejas,
todas homosexuales,
besándose en la boca,
ajenas a las quejas
de pocos comensales.
Y los demás clientes,
que algo ya sabían,
con alegría loca
a rabiar aplaudían.
13 de diciembre de 2014
Son hechos reales. En mi blog he puesto un enlace a la noticia.
El segundo lo rescato por una reciente frase de Teodoro León Gross: "España no es un paraíso fiscal, pero sí un paraíso moral, porque mentir sale gratis".
Si no os creéis que alguien pueda llamarse Teodoro León, a través de mi blog podéis ir a su artículo.
PARA MENTIR
[Poema retirado de este blog al incluirse en el libro "El proceso... y tentetieso"]
Y por último, sobre nuestras penosas condiciones laborales:
CONTRATO
El trabajo del poeta
es a jornada completa,
escuchando al universo,
acechando al fugaz verso
cada día, cada año,
en la calle o en el baño,
sin descansar ni dormido,
porque un sueño entretenido
un poema puede darte.
Prisionero de su arte
ningún juntaletras piensa
en reponer la despensa,
pues tarea tan ingrata
sale a la gente barata,
ya que no es retribuida,
y menos, reconocida,
salvo casos muy contados,
que, si son exceptuados,
no cambian la conclusión:
¡ser rapsoda es un marrón!
Ahora que han quedado claras
las deficiencias y taras
de este oficio que da grima
interrogo: ¿quién se anima?
[pausa mirando al público]
Silencio total: es esta
la atronadora respuesta.
23 de abril de 2016
-Una de las mentes más brillantes y más estables que han pasado por esta jam -concluye Pepe Ramos.
De esta sesión me gustaron especialmente los sonetos de José Luis Álvarez Gallego, el último poema de Álvaro, el primero de Jorge García Torrego y los de Diana, especialmente por la voz que pone al leerlos, que me parece perfectamente poética.
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