ALIVIO
¡Por fin te vas, Artur Mas!
Dejas el desastre atrás:
un país que a tortas campa,
aguacero que no escampa,
divisiones por doquier
como atroz forma de ser.
Con estrépito o sigilo
has movido cada hilo
para seguir amarrado
a ese sillón codiciado
que de jueces te protege,
que conspiraciones teje.
Tus amigos te han fallado
todos te han abandonado.
Por querer tirar del carro
te han estrellado en el barro.
¿Cómo ha podido tu astucia
descuidar tanta minucia?
Esos vientos que sembraste,
violentos y huracanados,
malévolos y taimados,
han dado contigo al traste.
Esa huida hacia delante,
elección tras elección,
derrota tras decepción,
se termina en este instante.
El fracaso y el desprecio
los vería cualquier necio,
pero tú has necesitado
cuatro meses bien preciados
para ser al fin consciente
de que ni en sueños barrocos,
volviéndonos todos locos,
te alzarías presidente.
Y ahora que el portazo das,
por favor de los favores
te pido, presa de ardores:
jamás regreses. ¡Jamás!
9 de enero de 2016
Sigamos con política:
GOLPE
Que el vándalo que diera a Rajoy un tortazo
reciba fulminante todo nuestro rechazo.
No se llega a ese extremo; hay que guardar las formas.
Respeto al adversario, primera de las normas.
Por muy mal que te caiga un funesto sujeto,
jamás debes hacerle de tu agresión objeto.
Y entiéndaseme bien que no es por pacifismo,
sino porque al pegarle te humillas a ti mismo.
16 de diciembre de 2015
Dejemos (por ahora) la política y hablemos de medicina: unos inverosímiles hechos rigurosamente auténticos. Quien dude o quiera ampliar detalles, puede consultar mi blog, Discursos a los diablos, a partir de la medianoche de hoy.
TÉCNICA
La extirpación de un tumor cerebral
se hizo de forma harto original,
pues llevose a cabo la operación
mientras tocaba alegre el saxofón
el propio paciente blanco del mal.
Y no por absurda frivolidad;
por una razón vital de verdad:
conocía así el neurocirujano,
que al ser bueno cortaba por lo sano,
si se estaba llevando por delante
alguna función mental importante.
Contento anuncio el éxito total
de la increíble terapia musical.
Descansa ya el hombre en casa tranquilo
y le han propuesto grabar un vinillo.
16 de diciembre de 2015
Los poemas que más me gustaron de esta sesión fueron los de Juan Pinilla, especialmente el de los ruiditos de la casa.
Y es que manifestarse masivamente de manera cívica sin destrozar el mobiliario urbano ni provocar confrontaciones o cargas policiales es posible, y no solo es posible sino que refuerza tu discurso. Ya se sabe el dicho: “En el momento que pierdes las formas, pierdes la razón”.
ResponderEliminar