PIROTECNIA
Estoy mezclando pólvora y palabras
para llenar el cielo de colores.
Veréis pasmados cuando mis frascos abra
de mil lenguas de fuego brotar flores.
Veréis festones danzar enloquecidos
deshaciéndose en chispas fulgurantes
entre cocodrilos de oro teñidos
y espirales de pétalos gigantes.
A medianoche surgirá la aurora
boreal de celajes iridiscentes
rojos y verdes de seda reidora,
enredados en círculos ardientes.
Y ahora que mi mezcla arrolladora
ha imbuido algo en vuestra cabeza,
y se extingue su acción benefactora,
decidme si habéis visto la belleza.
1 de diciembre de 2013
El segundo se titula
LUCHA
Trabajar casi siempre es luchar contra la entropía:
colocar ladrillos descolocados,
encerrar a criminales
que sueltos son un peligro,
concentrar desechos
esparcidos por las calles,
convertir árboles retorcidos e informes
en perfectas tablas rectangulares...
Por eso me hice demoledor de edificios:
con mi bola de acero indestructible
soy el amo del trueno y de la nube.
Quería sentir en mí la fuerza de la naturaleza.
25 de noviembre de 2013
- Y antes del tercero, si hay algún Sergio en la sala, que levante la mano.
- ¡Sí! - la levanta Sergio Benito.
- ¿Alguno más?
[silencio]
- ¡Bien! ¡Pues para otro Sergio, un aficionado, a ver si se profesionaliza!
PARA MENTIR
Tienes que mirar a los ojos
de aquel a quien pretendas engañar.
Tienes que decirle algo
que parezca cierto,
que encaje con lo que sabe,
estar dispuesto a dar detalles
(que deberás inventarte
sobre la marcha)
y a contestar a preguntas
que ni te habías imaginado.
Habrás de proferir tus embustes
con voz clara y firme,
sin traicionar ningún temblor,
sin titubeos,
sin tartamudear,
sin taparte la boca con la mano
y sin caer en ningún tic nervioso.
Mientras, además, haces memoria
de todas tus mentiras anteriores
para ajustar en su lugar la nueva
de forma que no se derrumbe la construcción
y quede archivada para el futuro.
Es difícil, ya lo ves,
incluso muy difícil.
Si no te ves capaz,
mejor sé sincero.
25 de noviembre de 2013
En esta sesión volvieron a gustarme mucho los poemas de Juan Pinilla.
Los mentirosos de nuestro tiempo son profesionales que ponen su talento intoxicador al servicio del caos. Pero la gente se traga los bulos porque le aportan algo que necesitan creer.
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