Clases de almas / Diseñador de horizontes / Régimen

Buenas noches y muchas gracias por venir. El primero que voy a leer arranca de una frase que Carlos Salem dijo hace dos martes: "...clases de a..mas...". Por el contexto creo que quiso decir  "...clases de aRRmas...", pero pensé que dan poco juego: solo hay tres: las armas de destrucción selectiva, por ejemplo una pistola; las de destrucción masiva, por ejemplo el gas mostaza; y la poesía, que como sabe todo el mundo es un arma cargada de futuro. Las clases de aLLLmas dan más cancha. Este poema se titula precisamente así:


   CLASES DE ALMAS

Están las almas cándidas,
las almas atormentadas,
las almas en pena,
las almas desencarnadas
de las gentes sin alma,
las almas errantes,
las almas de cántaro...

Pero importa menos saber
el tipo de nuestra propia alma
que el tipo deseado para ella
por nuestra voluntad y nuestras fuerzas.

Porque no es inmutable,
porque es moldeable,
porque podemos cuidarla,
mejorarla, transformarla,
hacer que llegue a ser un alma grande.

    13 de mayo de 2013

El segundo viene de un sueño que tuve hace dos sábados. Me proporcionó el título y la sensación. El poema simplemente la describe.

DISEÑADOR DE HORIZONTES

De mayor quiero diseñar horizontes,

modelar la frontera entre tierra y cielo,

decidir cuántas nubes serán visibles,

colocar armónicamente molinos,

determinar lo dorado de la luz

del crepúsculo que incendie las montañas,

especificar cuánta nieve mostrarán

las cumbres que arañen a los cúmulonimbos,

establecer la frecuencia con que el viento

hace ondear los tallos verdes del trigo,

difuminar los colores de la aurora

en deshilachados cendales de bruma.

Os invitaré a contemplar mi trabajo:

no existirá mejor sitio de paisajes.

  21 de mayo de 2013

Y antes del tercero he de contaros una historia: tengo una amiga a la que se le metió en la cabeza adelgazar. Y no se le ocurrió mejor método que andar todos los días tres, cuatro o más horas. Resultado: fractura por estrés del quinto metacarpiano en ambos pies. Ahora, como no puede andar hasta que se le suelden las fracturas, pero sigue queriendo adelgazar, su método es no comer. Siempre me pregunta qué voy a cenar, y cuando le digo que solomillo al enebro, filetes con alcachofas a la ajedrea o pollo azulado, ella dice "Pues yo voy a hacerme una ensalada". De ahí surge el poema:

  RÉGIMEN

¿No estás cansada

de la ensalada?

¡Maldita dieta!

¡Vaya puñeta!

Siempre con hambre,

floja la sangre.

Buena figura

por la tortura.

¿Vale la pena

esta condena?

¿No hay otro modo

de lograr todo?

Si el ejercicio

es un suplicio,

si comer poco

te roe el coco

y no asegura

contra natura,

que igual te mata

superdelgada

¿te has planteado

dejar de lado

en tu cabeza

ese severo,

ruin y embustero

plan de belleza?

  15 de mayo de 2013

El poema que más me gustó de esta sesión fue Sin situación, de Santiago Tena. (Quizá el mejor remedio, el mejor talismán, sea saber que no hay talismanes, que en cada situación se nos dará el talismán oportuno para el ...)