Buenas tardes y muchas gracias por venir. Dejo para el sorteo uno de mis poemas secretos. Impreso, pero firmado de mi puño y letra. Ceñido con una cinta de uno de los colores de la bandera del país mencionado en el segundo verso. Y para corporeizar el primer poema, un llavero que imita perfectamente una pala de pádel.
Nota léxica: vestigial es un término de biología que describe un órgano del que apenas queda un vestigio. Por ejemplo, cola vestigial.
Para que se entienda mejor, esta pala de atrezzo.
INNOVACIÓN II
Tengo un laboratorio
en pleno dormitorio
donde golpes ensayo
sin tregua ni desmayo.
Diez minutos al día
me entrego a este ejercicio,
que solo es un suplicio
cuando el rival se fía
de recibir la bola
en un vuelo directo.
Porque si lleva efecto,
su respuesta se lía
tanto como ella sola
y falla sin remedio,
permitiendo el asedio
a su esquema de juego
y si se deja, luego,
sin piedad vestigial,
el asalto final.
4 de enero de 2022
Este no se entiende del todo, empezando por el título, pero lo que glosa no se entiende nada.
MIRÍFICO
Es algo inexplicable.
Una magia admirable.
Un secreto ocultado
por capas de pasado.
Una hazaña imposible
de clave incognoscible.
Tan enorme proeza
no cabe en la cabeza.
Un hechizo impensable.
Un nigromante amable.
Una suerte reacia a
que llegue la desgracia.
Un prodigio asombroso.
Algo maravilloso.
Un estadio volcado
en el afortunado.
Quienes delante están
nunca lo olvidarán.
7 de mayo de 2022
Y el último es el que estaban esperando todos los que me conocen un poco. Lleva por título un término despreciativo para referirse a un caballo.
JAMELGO
El caso Pegaso
nos sitúa a un paso,
no ya del lamento,
sino el esperpento.
Cuando un organismo
se espía a sí mismo
le puede pasar
cualquier avatar.
Hasta Mortadelo,
sin un solo pelo
de tonto, sabía
mejor lo que hacía.
¿Qué ocurrió realmente?
¿Quién es el agente?
¿Quién el espiado?
Misterio vetado.
Si nuestros servicios
causan estropicios
del actual calibre,
¡que el cielo nos libre!
2 de mayo de 2022
De este micro abierto me gustaron especialmente la musicalización que hizo Valen del poema de Sergio Ituero, y Esa no soy yo, de Maya.
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