- Buenas noches y muchas gracias por venir. Explico un poco el primero: tengo una amiga que come muy mal y está muy delgada porque no le gusta cocinar. Me pregunté si era posible una dieta sana que no requiriera cocinar. La inventé y llevo un año siguiéndola. Estoy más fuerte, no he perdido peso, me ha bajado el colesterol de 190 a 165, y también la tensión, dispongo de más tiempo y no tengo que fregar platos ni ollas. Pero claro, hay cosas que se quedan atrás. De modo que...
un poema
muy sentido
sobre mi último cocido.
ÚLTIMO
¡El último cocido de tu vida
es algo que emociona y no se olvida!
Es algo que te llena de tristeza
y de negros augurios la cabeza.
Mientras devoran tus marfíleos dientes
tantas carnes de gustos diferentes,
las lágrimas de tus ojos se escapan
y los recuerdos en legión te atrapan.
Cuánto bien años ha te hizo
ese trozo de excelente chorizo.
Qué sensación de dulce maravilla
probar por vez primera la morcilla.
Qué momento de gustativa historia
la blanda y exquisita zanahoria.
Cómo el jamón, que a todo jugo ha dado,
sigue siendo delicioso bocado.
¡Adiós! No olvidaré vuestros regalos.
Serán consuelo en esos días malos
que han de venir indefectiblemente
antes que el tiempo me haga hincar la frente.
24 de mayo de 2015
Sigo con uno sobre EL tema, obviamente empleando la estructura de Admiróse un portugués:
ARREPENTIMIENTO
Asustóse un catalán,
muy burgués y convergente,
de la impresentable gente
que Mas incluye en el plan.
Y dijo: "Quieto, parado.
Si desean esos memos
lo que nosotros queremos,
nos hemos equivocado. "
3 de octubre de 2015
- Y explico el último: hará año y medio volvía yo a casa por la noche. Entonces...
- Entonces comías bien - tercia María Helena.
- ¡Ahora también como bien! Entonces me crucé con un hombre que vendía gafas de sol, e inmediatamente surgió en mí un poema. Pero no lo escribí porque hay poemas sobre imágenes que, sin la imagen, carecen de sentido, como el del monopatín. Volví sobre mis pasos para fotografiarlo, mas no lo encontré. Pero hace mes y medio, cerca de la Puerta del Sol, me topé con un hombre de idéntico aspecto, no sé si el mismo u otro. Esta vez fui inmediatamente tras él, y aunque me costó. conseguí la foto.
CÍCLOPE
Vuelvo a encontrarme con tu cuerpo
cubierto de ojos
otra noche de asfalto y papelera.
Esta vez no hace frío
ni voy solo,
pero verte me hace el mismo efecto.
Esta vez corro tras de ti,
decidido a no dejar escapar el poema
que sería incomprensible sin tu imagen.
Te resistes,
pero al final la logro.
Ya puedo desatar mi fantasía,
imaginar qué ha visto,
qué puede ver,
cada una de esas pupilas
de concha negra:
desde el principio de los tiempos
hasta su final.
¿Son ventanas asomándose
a las cuatro esquinas del mundo?
¿Están en conexión
con cada uno de los vendedores
similares a ti
que pululan por las más populosas ciudades?
Si me acerco lo suficiente
¿veré mi imagen
cien veces reflejada
o cien imágenes distintas?
¿Cazaste un insecto monstruoso
y te has construido una armadura
con sus ojos facetados?
¿Quién compra gafas de sol
en medio de la oscuridad?
¡Cuántas preguntas!
19 de octubre de 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario