Menos / Execración / Profesora

Buenas tardes y muchas gracias por venir. Dejo para el sorteo uno de mis poemas  secretos. Impreso, pero firmado de mi puño y letra. Ceñido con una cinta del color de la quema.

Como diciembre es el mes de los niños, voy a regalar libros de ediciones no adultas. Hoy, una joya: los Cuentos de la Alhambra, de Washington Irving, en mirad qué edición. Acompañados de Don Quijote de La Mancha.

Y para corporeizar el primer poema, que no es racista, sino anticarista, este medallón de una extranjera con mucha cara. Sobre una noticia publicada por un periódico progresista.

       MENOS 

Menores abandonados 
por padres aprovechados
junto a la comisaría 
que lleva la extranjería. 

Llegan juntos con visado
de turista o similar
y fingen abandonar 
a un retoño concertado.

Ellos se quedan al lado,
de manera irregular,
y hasta van a visitar
a su mancebo internado.

Se ahorran la manutención.
También el alojamiento.
El chico halla ocupación 
y residencia al momento.

No lo perdamos de vista:
por doquier hay gente lista,
y el pobrecito inmigrante
puede salir tan liante
como el mejor nacional.
Cara dura por igual.

  13 de diciembre de 2025

Uno que parece recién escrito.

     EXECRACIÓN

Execro de esos traidores,
tan cegados por robar,
por sus instintos peores,
que se han dejado pillar.

No se arrambla a manos llenas.
Es un error garrafal.
Da pie al poder judicial
para que te haga faenas.

Muy poco a poco ha de hacerse.
Debe parecer legal,
sibilino y amoral,
pero sin comprometerse.

No solo esos descuidados
nos aportan mala fama
transitando los juzgados
con su chapucera trama.

Además nos dificultan
nuestra penosa tarea.
Por la calle nos insulta
la turba en cuanto nos vea.

Ha de quedar meridiano:
que esto no vuelva a pasar.
Si el ansia de saquear
es tan fuerte, si el gusano
te roe tan desmedido
que olvidas la precaución
y propicias la actuación
policial e informativa,
insidiosa y agresiva,
¡largo! ¡Vete a otro partido!

  29 de abril de 2017

Y por último, como contrapunto a una canción de Andrés 

       PROFESORA

¡Ven, maestra del dolor!
¡Ábreme el pecho en canal!
¡Ilumina cual fanal
los cuchillos del amor!

¡Clávamelos sin dudar!
¡Brote sangre por doquier,
y si muerto he de caer,
ya sabré resucitar!

Pues quien aspire a querer,
que se prepare a sufrir,
hierros candentes sentir
por todo su cuerpo arder.

Y si el tormento voraz
me hace el juego abandonar
¡blando era para aspirar
de Cupido a ser secuaz!

  1 de junio de 2016