Buenas tardes y muchas gracias por venir. Dejo para el sorteo uno de mis poemas secretos. Impreso, pero firmado de mi puño y letra. Ceñido con una cinta del color de la noche. Ya no estará en el libro, que espero llegue de la imprenta esta semana. Y para corporeizar el primer poema, este no espléndido —sino esplendente, que es otro nivel— collar de nieve. Con una práctica bolsita para llevarlo.
El primer verso lo dijo mi madre.
TROZO
Tengo frío. Tengo un trozo de frío.
Tengo mi corazón dentro del río
helado que deshiela de tu olvido,
de lo que pudo ser y nunca ha sido.
Tengo todos los dedos ateridos,
de no tocar tu piel estremecidos,
pues tan a gusto estaban a tu lumbre
que a la intemperie no hay quien se acostumbre.
Solo estoy en el páramo nevado,
desnudo de tu amor y abandonado.
La niebla es cada instante más espesa
y mi alma herida de llorar no cesa.
3 de noviembre de 2013
ACOMETIDA
De la forma más inesperada,
a traición y sin mediar aviso,
de improviso los versos me asaltan,
uno aislado, o quizás sólo un título.
Los escribo en cuanto se presentan,
pues tan rápido vienen como huyen.
Quizás llega completo el poema.
No me quedo a admirar cómo surge.
Me atareo anotando sin pausa
de vocablos el flujo incesante
hasta que la perfección alcanza
y de versos paso a respirar aire.
¡Qué descanso! El etéreo tesoro
yace ya bajo llaves de plumas,
pero no volará de mis ojos:
se acabó su tendencia a la fuga.
16 de enero de 2021
CANES
Los perros
gamberros
ladran en entierros.
Dan a los vecinos
coros matutinos.
No dejan dormir.
Son un gran sufrir.
Están aburridos
y pegan aullidos,
porque así quien canta
su desgana espanta
y que se jorobe
quien esto le robe
nocturno soñar:
le toca esperar
a que los perritos
cesen en sus gritos
o desesperar.
1 de enero de 2024
De este micro abierto me gustó especialmente el soneto a Madrid de Andreas y su poema sobre la paz.
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