Buenas tardes y muchas gracias por venir. Dejo para el sorteo uno de mis poemas secretos. Impreso, pero firmado de mi puño y letra. Ceñido con una cinta del color del follaje del tercer verso. Si alguien está interesado en el poema secreto, y no le toca, puede precomprar el libro donde figurarán todos adquiriendo por cinco euros un ejemplar del poemario anterior. También un abanico del servicio de regalos del Ayuntamiento. Y para corporeizar el primer poema, este precioso collar que permite tocar madera en cualquier momento.
Este es del año pasado y no describe cómo estoy ahora mismo, pero viene a cuento porque sigue habiendo aires acondicionados criminales.
DESPERTAR
Me he levantado
algo tocado
de la garganta,
lo que me espanta:
una semana
metido en cama,
sudando a mares
fríos polares.
Cuerpo molido,
muy dolorido;
alma rabiosa.
¡Es una cosa!
Solo un descuido
y heme caído.
7 de agosto de 2022
En cambio este es actualísimo, y eso que lo escribí hace tres años y medio, a partir de unas palabras de Sosa Wagner.
TEMPORADA
¡Es época de elecciones!
¡Época de distracciones!
Para leer historietas,
ver cómo crecen las setas
o jugar al dominó
con los maestros del "no".
Tejer chaquetas de lana.
Reparar esa ventana.
Contemplar cómo las hojas
tornan de verdes en rojas
o amarillas, es igual,
pero de lo electoral
ni se piense ni se hable
ni conversación se entable.
Estamos tan saturados,
tan tensos, tan irritados,
tan llenos hasta las cejas,
que los votos, los programas,
los enredos y las tramas,
¡nos salen por las orejas!
7 de diciembre de 2019
Y por último, abundando en el tema que, lo siento, es mi favorito.
PERPLEJIDAD I
¿Alguien me puede explicar
de qué sirve la estrategia
de imposibles reclamar
para pegarse una egregia
paliza en las votaciones?
¿Es que son las elecciones
un concurso de cuentistas
que gana el más fantasioso,
el que da menores pistas?
¿O un ramo de soluciones
a problemas peligrosos
para nuestra convivencia
entre las que, a poder ser,
deberemos escoger
con toda nuestra sapiencia?
Y también, a ser posible,
por curiosidad terrible,
por qué, las urnas cerradas,
ni siquiera vaciadas,
en lugar de trabajar
en pro de una solución,
se enzarzan en un follón
que da ganas de llorar.
17 de febrero de 2020
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