Buenas noches y muchas gracias por venir. Dejo para el sorteo uno de mis poemas secretos. Impreso, pero firmado de mi puño y letra. Ceñido con una cinta del color paradigmático de la tinta. Y para corporeizar el primer poema, que cada dos años hay ocasión de recitar, esta pulsera cuyo adorno principal es un poliedro esferoide semejante a un balón. El título no es un sustantivo en plural, sino el adjetivo de las preguntas que plantea.
RETÓRICAS
¿Tiene una explicación
lo de la selección?
¿Hay alguna razón
para tal revolcón?
¿Qué fue de nuestro santo?
¿Cómo dejó al espanto
correr sobre la hierba
y herir con saña acerba?
¿Qué congeló las piernas
de nuestros jugadores
transformando en eternas
jugadas sin fulgores
todos sus movimientos,
todos sus pensamientos,
todos los elementos
de los casos peores?
Y lo más importante:
de ahora en adelante
¿qué demonios hacemos?
¿Qué camino seguimos?
¿Cuál estilo escogemos
para ser lo que fuimos?
¿Estamos condenados
a ser decepcionados
cuatrienio tras cuatrienio,
ya le echemos ingenio,
redaños o estrategia,
desde la más egregia
hasta la más villana?
¿Nos depara el mañana
un inmenso desierto
donde, con rumbo incierto,
vagar sin esperanzas
de próximas bonanzas,
de reeditar la gloria
y limpiar la memoria?
21 de junio de 2014
Algo totalmente distinto.
PARTERRE
¡Qué preciosas
esas rosas
por el frío
de rocío
recubiertas
y despiertas
por el sol!
Su arrebol
destellante,
vacilante,
tembloroso,
más que hermoso,
las envuelve,
las disuelve
sin mesura
en luz pura.
30 de agosto de 2021
Y por último, otro que hay ocasión de recitar cada cierto —nunca mejor dicho— tiempo.
COLAPSO
Cuando llegue la lluvia
y esto parezca Asturias,
nos vamos a enterar
de lo que es esperar:
sufriremos atascos
de verdadero asco.
Kilómetros parados
de autos desesperados.
La grasa acumulada
meses en la calzada,
cuando caiga una gota
y frene algún idiota,
hará de cada viaje
pista de patinaje,
y será inevitable
el choque indeseable.
No habrá muertos, por suerte,
no pegará tan fuerte.
Pero las detenciones
por estas colisiones
provocan, lo sé yo,
efecto dominó.
Si a eso le añadimos
túneles submarinos
navidades cercanas,
policía sin ganas
o huelga de transporte
desde el Sur hasta el Norte,
está servido el caos.
Así que, ¡preparaos!
4 de octubre de 2018
De este micro abierto me gustó especialmente el poema de Luis Blanco.
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