COCINERO
Pedro, muchacho,
vaya gazpacho
organizaste.
Has dado al traste
con los anhelos
de buenas gentes
cuyos canguelos
son ahora urgentes.
¿Qué te pasó?
¿Quién te picó?
¿No lo pensaste?
¿Cómo tomaste
la decisión
sin precaución?
¿Qué previsiones
te engatusaron?
¿Qué predicciones
te condenaron?
No me las cuentes:
todas me son,
por frustración,
indiferentes.
Es tu destino,
para el recuerdo
quedar cual lerdo,
como un cretino.
21 de diciembre de 2019
Este no se entiende; se disfruta.
COMPOSICIÓN
Lógica mágica.
Miseria trágica.
Lírica épica.
Rabia sintética.
Máquina física.
Realidad tísica.
Foro mirífico.
Coro beatífico.
Décima anónima.
Labia sinónima.
Ácido prúsico.
Poeta músico.
16 de diciembre de 2019
En cambio este último se entiende demasiado bien.
PERTURBACIÓN
La borrasca Gloria
pasará a la historia
como la causante
del más preocupante
destrozo ambiental,
un berenjenal
ni remotamente
previsto, potente,
duro, criminal.
Con una energía
que te amarga el día
y hasta la semana,
pese a no ser DANA.
Jornadas de luto.
Cierre de institutos.
Fuertes oleajes,
suspensión de viajes,
intensas nevadas,
vías colapsadas,
puentes seccionados,
vagones volcados,
olas gigantescas,
escenas dantescas,
veleros hundidos,
deltas sumergidos.
Y las previsiones
de nuevos ciclones
en años siguientes
no son complacientes.
Cuando al fin se va,
¡otro llega ya!
20 de enero de 2020
De este micro abierto me gustaron especialmente:
- Por qué el mundo es tan hermoso y está a su vez lleno de tristeza, de Mayumi;
- Músicos, de Una, acompañada por Daniel Navarro;
- Reglas, de Juan Portillo; y
- El poema Adelfos declamado por Valentín Nueda.
Gloria quedará en la memoria colectiva como la funesta coincidencia de lluvias de más de 300 litros por metro cuadrado, oleajes mediterráneos propios del Cantábrico, vientos sostenidos superiores a los 100 kilómetros por hora y nevadas de más de un metro.
ResponderEliminarEn primer lugar, se debe hacer un inventario de todas las infraestructuras básicas desde carreteras, puentes y pantanos hasta vías férreas, puertos y aeropuertos. La inmensa mayoría de estas construcciones se diseñaron sobre unas previsiones que han quedado superadas por la virulencia de los fenómenos climáticos. El caso más evidente es el de la vía del tren en el litoral, que supone un peligro para las vidas de sus centenares de miles de pasajeros.
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