Buenas tardes y muchas gracias por venir. Dejo para el sorteo uno de mis poemas secretos. Impreso, pero firmado de mi puño y letra. Ceñido con una cinta del color de los móviles.
Dentro de las grandes obras literarias que estoy regalando, hoy Crimen y castigo, de Dostoyevski.
Y para corporación el primer poema, este anillo del color de la ceniza en cuyo cabezal brillan brasas.
ARITMÉTICA
¿Subsistirá Sánchez?
¿O se sumirá en una sima
siniestra y sin sentido?
Se sabe poca cosa.
Por siempre acechan los sicarios.
Preparan asechanzas.
Asaetearán el menor desliz.
Se sienten seguros:
daráseles generosa recompensa
si sabotean la senda victoriosa
del simple socialista.
Y si sus esfuerzos se disipan
sin asir lo ansiado,
se asociarán, mal que les pese,
con las cenizas del asalto
para seguir dando la brasa.
6 de abril de 2019
Uno de hace mucho tiempo.
BANDERA
Agosteña tarde
de polvo de oro.
El pálido aire
acaricia el vello.
Nada una ballena
en el quieto estanque.
Su potente chorro
se eleva a los cielos.
El viento, en lo alto,
desmenuza el agua.
Mil colores muestra el
penacho de gotas.
¡Es que el sol ha izado,
al final del asta
líquida, su enseña!
6 de agosto de 2006
Y por último, sobre las empresas de telecomunicaciones.
COMPAÑÍA I
¡Porras con los datos!
¡Vaya malos ratos
que me hacen pasar!
Estoy por cortar
con esa chupona,
maldita abusona
que los precios sube
rectos a la nube,
hincha el beneficio
y no da servicio.
21 de mayo de 2019