Buenas tardes y muy feliz Año Nuevo. Dejo para el sorteo uno de mis poemas secretos. Impreso, pero firmado de mi puño y letra. Ceñido con una cinta del color de los árboles. Dentro de la serie de obras literarias que estoy regalando, hoy la novela romántica, policíaca y psicológica El túnel, del argentino Ernesto Sábato, premio Cervantes. Y para corporeizar el primer poema, que escribí en 2014, este fabuloso collar de muchísimas cuentas. No os perdáis la foto que me ha salido de él y que he puesto en mi blog, Discursos a los diablos.
MIL
Jamás pensé que a tantos llegaría,
que saldría de mí tanta poesía,
que tan extravagantes universos
esculpiría a golpe de mis versos.
Que de escucharlos tuvierais paciencia,
que algunos alegraran las conciencias.
Que puestos en un blog de almas errantes
atrajeran miles de visitantes.
Que nuevos temas broten sin reposo.
Que alguno de ellos sea maravilloso.
Que cobren otras formas los antiguos,
pese a habitar espacios tan exiguos.
A todos los que lo han hecho posible
con su escucha devota e impasible,
mil gracias por poema, que sumando
ascienden a un millón. ¡Seguid contando!
30 de agosto de 2014
PASADO
¿Cómo era yo antes
cuando no era poeta?
Me cuesta recordarlo:
hace ya tanto tiempo...
Pero sé que los versos
no acudían a verme,
no se arremolinaban
cantando en mi ventana.
no me los encontraba
danzando en el camino.
¿Dónde estaban entonces?
¿Quién levantó la roca
que cubría su cueva,
donde quietos dormían
murciélagos polícromos,
de grandes ojos verdes,
completamente abiertos,
para mirar el mundo
y en su jugo bañarse?
29 de marzo de 2015
Y cuidado: el último hay que entenderlo.
RECONOCIMIENTO
Una tormenta de semillas
puede azotar los riscos
de un oscuro desfiladero.
Algunas pueden quedar
prendidas en las mínimas grietas.
Unas pocas pueden incluso germinar.
Pero jamás se convertirán en plantas,
nunca dejarán el cascarón
de meros proyectos
si el sol no acaricia
esas coriáceas superficies,
despierta a las jóvenes hojillas,
más pequeñas que un grano de arroz,
más frágiles que un copo de nieve,
y les infunde savia y vigor.
Gracias, rayos.
6 de diciembre de 2014
De este milésimo micro abierto me gustó especialmente la canción de Camilo Crespo, a quien fue una gran alegría ver. También la de Francisco Sosa.